¿Luchar por lo que quieres con una mentalidad de éxito, es la base para conseguir lo que te propongas? Totalmente de acuerdo.

PERO… voy a introducir un matiz.

Ésta es la quinta publicación de mi SERIE sobre GESTIÓN DEL TIEMPO (G.T.). Para no perdernos mucho por el blog, he escrito G.T. 1, G.T. 2. G.T. 3… al final de cada título.

También puedes ir al pie de página de la web y seleccionar la categoría “Gestión del Tiempo” para ver solo los relativos a este tema.

Índice de contenidos

EL MATIZ ES EL SIGUIENTE

En determinados momentos, lo que quieres y lo que puedes no caminan juntos, y no es la opción más estratégica que lo hagan. Por ejemplo, correr una carrera 10k, partiendo de un estado físico bajo y sin entrenamiento previo.

No es malo abandonar, a veces es justo lo contrario: protector y sanador.

Te pongo 4 ejemplos:

Relación tóxica

Abandonar una relación tóxica por mucho que quieras a la persona.

Emprendimiento

Abandonar el chip emprendedor si te das cuenta de que realmente no es para ti (incluso si ya has montado un negocio).

Deudas

Cerrar una empresa antes de que te hipotequen sus deudas.

Bajar el ritmo

Bajar el ritmo de entrenamiento cuando te surgen problemas físicos, e ir a una carrera 10k pensando que en vez de correr los 10 km, vas a andar rápido y a correr lo que puedas.

“La vida tiene dos caras. Tenemos que saber ganar y perder, insistir y abandonar, quedarnos e irnos. El verdadero éxito está en saber gestionar ambas caras”

Es bueno darse cuenta de que ESA COSA no es realmente lo que quieres, o de que no es sano para ti. No te auto engañes pensando que lo es.

Vivimos en una cultura que nos presiona sutilmente, con frases estupendas como estas: “¡Si quieres puedes! ¡Si lo piensas lo conseguirás! Y sí, para conseguir algo es necesario querer, pensarlo y soñarlo. Pero no es suficiente, ni realista. Se queda en la superficie.

“La idea de “luchar hasta el final” es muy empoderadora, pero no siempre es la opción más estratégica. Mide tus fuerzas, tus alianzas, y elige tus batallas”

EL MIEDO A ABANDONAR

De hecho, yo no lo llamaría del todo perder o abandonar, también lo llamaría elegir otro camino, aprender de los errores, buscar soluciones, evolucionar, desarrollarse personal y profesionalmente, ser resiliente y saber relativizar.

“Para llegar al punto B, tienes que abandonar el punto A. Físicamente, de momento, no puedes estar en 2 sitios a la vez. Así que, aprendamos a gestionar la pérdida, a soltar, y a dejar ir”.

Es lógico tener miedo a abandonar, a la frustración, a perder, a dejar de lado un apego. ¡Claro que no nos gusta perder! Es que no nos enseñan demasiado a gestionar las emociones desagradables que genera, ni a gestionar nuestro ego. Y si perdemos, lo enfocamos desde una perspectiva muy negativa, cuando también se le puede dar una lectura más positiva.

LECTURA POSITIVA CUANDO PIERDES ALGO

Es un hecho que tener una mentalidad de éxito es imprescindible para conseguir lo que quieres, pero también es imprescindible una mentalidad de fracaso. Reflexionar sobre esto te puede ayudar:

  • ¿Por qué lo he perdido?
  • ¿Lo quería realmente?
  • ¿Estaba realmente preparada?
  • ¿Tenía suficientes herramientas o las adecuadas (formación, recursos materiales, personas en las que apoyarme, un plan B por si algo pasa…)?
  • ¿Tenía un plan y una estrategia?
  • ¿El hecho de ganar, realmente dependía del todo de mí?
  • ¿Qué factores externos e incontrolables han podido afectarme?
  • ¿En mi país hay guerra, crisis económica, o políticas que no me favorecen?

Y así podríamos seguir y seguir.

Por debajo de la superficie hay que estar moviendo rápido a las patas, como los patos en un estanque, e intentar evitar que se enreden en las algas o que se queden atrapadas en el fango (que lo hay, y mucho), y prepararse un poco para cuando las patas se atasquen (que se van a atascar).

Tener sueños y luchar por ellos es bueno, y es mejor todavía si lo haces desde una perspectiva de auto evaluación de tus propios recursos, trabajo, esfuerzo, estrategia, y evitando riesgos innecesarios. Mejor si vas a la guerra preparado y sabiendo por qué y para qué luchas, que a pecho descubierto. Aunque igual tienes suerte, pero probablemente será en el menor de los casos.

“En el por qué y en el para qué, es donde reside la mayor fuente de energía que te moverá para conseguir tu objetivo. La segunda fuente de energía movilizadora son los hábitos.”

¿Y LA SOCIEDAD QUÉ OPINA DEL FRACASO?

Además, en mi opinión se junta que a la sociedad le gusta que todos seamos ganadores, personas de éxito, personas especiales. Esto tiene como una pátina de brillo en el exterior. Pero si rascas, debajo todos tenemos nuestros éxitos y nuestros fracasos, aunque escondamos o disfracemos nuestros fracasos para encajar mejor con la sociedad, o para vender más, o para tener más clientes.

Es una cuestión de libertad, respeto hacia un@ mism@ y de humildad. De poder elegir si quieres seguir o quieres parar, a pesar de lo que digan los demás o los estándares del momento. De permitirte fallar, de reconocer errores, de perdonarte, de aceptarte, de hacer autocrítica, de mirar más allá de tu ombligo, y de reconocer que yo soy bueno, pero también hay más gente buena e incluso mejor que yo en eso concreto, y NO PASA NADA.

No es cuestión de ser mejor o peor que otros, sino de ser TÚ. Libre. Sin hacer demasiado caso a todas las presiones de la sociedad. Y en versión beta, para aprender constantemente y evolucionar, con tus virtudes y con tus defectos, con tus éxitos y con tus fracasos, con tus constancias y con tus abandonos.

CHECKLIST ANTES DE UN PROYECTO

Antes de empezar algo, responde de forma sincera a estas preguntas. Ten también una mentalidad de fracaso para triunfar. Igual te lleva más de media hora si lo piensas mucho, pero te puede ahorrar muchos años.

  • ¿De verdad quieres eso?
  • ¿Te visualizas viviendo en ese punto que quieres alcanzar?
  • ¿Qué te hace sentir cuando te imaginas consiguiéndolo?
  • ¿Qué estás dispuest@ a sacrificar para conseguirlo?
  • ¿Con qué recursos partes: materiales (dinero, ordenador…), personales (mentalidad adecuada, formación, experiencia…) y sociales (familiares y amigos, legislación favorable…)?
  • ¿Qué plan tienes, qué harás para conseguirlo?
  • ¿Qué estrategia tienes, cómo lo vas a conseguir?
  • ¿Cuál es tu plan B si no lo consigues?
  • ¿Cómo vas a mantener lo que consigas?
  • ¿Qué vas a hacer después de conseguirlo?

Si no tienes una respuesta a todo lo anterior, hay una segunda forma de hacer las cosas (como mínimo): Si tienes una “corazonada” de que ESO es lo que quieres, sigue tu intuición y empieza dando los primeros pasos. Por el camino ya tendrás tiempo de responderlas y de ir ajustando tus fuerzas, tus metas y tu objetivo. ¡Ah! Y permítete abandonar 😉.

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¡Gracias por estar aquí 😃!

Nos leemos en la siguiente entrada del blog.

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